En su libro “Coping with old age” (Cómo asimilar la Tercera Edad), Pat Blair escribe:
"Muchas veces sentirse querido, deseado y necesitado por otros hacen que seguir viviendo merezca la pena. Sin el contacto con otros seres humanos, los problemas pueden crecer, las enfermedades toman una nueva dimensión y no disponemos de un límite que nos permita poner en perspectiva nuestros problemas".
Lo malo es que conforme pasan los años, es común que ya no haya tantas personas a tu alrededor con las que puedas entenderte y relacionarte. Muchos de nuestros amigos se han ido. Por si fuera poco, en nuestra edad es más difícil hacer nuevas amistades, a veces ya ni siquiera tienes compañeros de trabajo, y tus hijos van dejando el nido.
Por todo ello, en la vida adulta valoramos especialmente los viejos amigos, y nuestro lenguaje social e historia común nos unen más que nunca.
En los últimos años, Internet nos permite tener contacto con personas que no has visto por años. Y el voluntariado surge como una nueva forma de ser útil a los demás.
No hay reglas sobre cómo hacer amigos que sean aplicables a todo el mundo. Todos somos diferentes, y algunos de nosotros somos más tímidos que otros. Y con la edad puede ser más difícil hacer verdaderos amigos, pues somos presa de la desconfianza, el interés y el rechazo. Hemos olvidado la inocencia de la amistad de nuestra juventud. Pero, una cosa es cierta, cada vez hay más indicadores que demuestran que ¡la amistad es un factor muy importante para poder alcanzar un envejecimiento exitoso! La amistad es tan importante que el día 30 de julio ha sido declarado como el día internacional de la amistad. ¡Festejémoslo juntos a lado de nuestros amigos y seres queridos!
CENTRO GERIÁTRICO SINANK’AY
