El colapso del cuidador primario
“Lamentablemente a medida que progresa la enfermedad de Alzheimer, quien termina llevando todo el peso es la familia. Quisiera la manera de encontrar la forma de ayudar a Nancy de esta dolorosa experiencia. Me queda la tranquilidad de saber que, con vuestra ayuda, ella podrá afrontarlo con fe y coraje”
Estas fueron las palabras que el expresidente Ronald Reagan dirigió por carta a los ciudadanos americanos el 5 de noviembre de 1994 tras haberle sido diagnosticada la enfermedad de alzhéimer (EA)
El comunicado, noticia mundial en su momento, aunado al trabajo que desde hace tiempo han venido desarrollando organizaciones nacionales e internacionales como Alzheimer Disease International, por citar la de mayor liderazgo a nivel mundial, ha sido fructífero para llevar a cabo a la humanidad entera acerca de las enfermedades demenciales, y sus características principales.
Ahora bien, es natural que cuando los padres siendo ya personas mayores se enferman y se vuelven dependientes, entonces sus hijos, especialmente sus hijas, sientan tal devoción por ellos que olviden sus necesidades personales y se enfoquen totalmente a satisfacer las de sus padres.
Esto los hace vivir bajo un estrés enorme ya que tienen que atender sus necesidades propias, su hogar, sus hijos, su trabajo, y a esto se agrega las necesidades de un ser querido que demanda mucho, y con el paso del tiempo ¡cada vez más!
Es frecuente que las personas cuidadoras de un adulto mayor se sientan tan estresadas que esto les provoque fatiga, irritación, y poco tiempo para sí mismas. De seguir bajo esta situación, la falta de concentración y la ansiedad aparecerán, para finalmente dar lugar a que se presenten problemas de salud delicados como la depresión.
Estos síntomas caracterizan la enfermedad del síndrome del estrés del cuidador, cuyas consecuencias pueden ser fatales si la cuidadora o el cuidador no reciben el apoyo que necesitan.
Por otro lado, es importante saber, que muchas de las enfermedades que padecen los adultos mayores son crónicas y progresivas como el Alzheimer y tantas otras enfermedades características de la vejez.
Como cuidador, como cuidadora, no eres responsable, mucho menos culpable del deterioro, con frecuencia, cada vez mayor de tu ser querido. ¡Así son estos padecimientos!
Sin embargo, cuando los enfermos son manejados en un Centro Geriátrico Profesional por especialistas: médicos geriatras, nutriólogas, enfermeras, cuidadores, y fisioterapeutas profesionales, mucho es lo que se puede lograr por el bienestar y la calidad de vida de tu ser querido a un costo razonable.
De cualquier forma, como cuidador o cuidadora es importante que sepas manejar el estrés. Algunas de las principales sugerencias a este respecto son:
Estar más informado acerca de la enfermedad de tu ser querido y de las técnicas de atención y cuidado de pacientes que padecen esa u otras enfermedades similares.
Obtener ayuda de la familia, las amistades y de tu comunidad. A este respecto, recuerda que en el Centro Geriátrico SINANK'AY siempre puedes encontrar apoyo profesional.
Vigilar tu salud, comiendo bien y equilibradamente, haciendo ejercicio, y descansando. Aprende a manejar tu nivel de estrés. Consulta a tu médico periódicamente.
Psicológicamente es importante ser realista y aceptar los cambios conforme ocurren y sobre todo darte crédito por aquello que has logrado.
Algunos se sienten responsables o culpables de la situación. ¡Esto definitivamente no es así! En la Historia del Hombre, nunca hubo una población de personas tan longevas, como en el día de hoy. Actualmente, se espera que vivamos 80 años o incluso más. Todo esto gracias a los avances de la Medicina.
Sin embargo, mucho nos falta por aprender para tener una longevidad exitosa. Y lo menos que podemos hacer es apoyar tanto a las personas de edad avanzada que tienen algún padecimiento, como a sus cuidadores y a su familia, no sólo porque finalmente algún día envejeceremos, sino por amor.
Por: M. C. Carlos Emilio Galván Garza
Co-fundador del Centro Geriátrico Sinank’ay.
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